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Compartiendo la habitación de un hotel


Que afortunado este chico que nada más llegar a un hotel de lujo, se confunden en recepción y le dan la llave de una habitación que no es la suya, sino la de una madurita espectacular, que disfrutaba de una relajante ducha a la espera de que su marido regrese de un congreso de negocios.