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Crónica del Valencia Sex Festival

Crónica del Valencia Sex Festival Blondie 300x417 customEl pasado 17 y 18 de Junio tuvo lugar el festival pornográfico “Valencia Sex Festival” en la región valenciana bajo el lema “el porno sí es cultura”. El evento prometió cambiar la visión del porno y el sexo para siempre, y vaya que si lo hizo. No se trataba de performances pornográficas comunes que solemos ver en páginas web, sino de espectáculos llenos de extravagancias y fetichismos que no siempre tenían que ver con lo puramente pornográfico, sino también con lo erótico y la sensualidad, y donde, además, no solo los artistas eran los que disfrutaban del sexo en escena.
Al entrar en la sala Feria Valencia encontramos varios stands relacionados con el mundillo del porno, que iban desde juguetes eróticos, lubricantes y lencería sexy, hasta artículos de sadomasoquismo y bondage que se podían probar en el mismo momento en pareja (o solo). En mi caso, probé un vibrador externo para clítoris, una camilla de sujeción completa, una jaula de sumisión, un rodillo punzante, látigos y fustas, y… más.
En el interior de la sala, encontramos dos plataformas, una para los shows de las productoras y otra donde se daban conciertos acompañados de exhibiciones poco comunes. Ah, y una barra para stripteases, claro. Ahí ofrecieron charlas de cultura erótica, talleres educativos, shows en vivo, etc., para gustos y colores. DJs como Wise Men Project, Glory Roller o Pau Pérez ambientaron la velada mientras en los escenarios se sucedían los espectáculos eróticos: sexo en vivo, shibari, BDSM, burlesque, pole dance…

Pero además, como he mencionado antes, las instalaciones no solo estaban preparadas para ver espectáculos, sino también para los atrevidos que quisieran darlos. Se habilitó una zona oscura donde todo, absolutamente todo era bienvenido (y follable). Esta zona oscura contaba con una sala swinger, o mejor dicho, una sala de fiesta donde la gente podía divertirse unos con otros. También encontramos una sala con espejo veneciano, donde podías ver a otras parejas manteniendo sexo a modo voyeur o ser tú mismo el protagonista. Y por último, una Holy Room, tanto para hombres como para mujeres, donde alguien está esperando a que te introduzcas para darte placer y morbo.
En general, puedo decir que ha sido un evento realmente cultural, capaz de darle la vuelta a mi idea general del porno. En el porno todo vale, como en el amor y la guerra. VSF ha sido capaz de crear un espacio único para el panorama erótico y pornográfico actual, donde no ha importado ninguna tendencia, ni aspecto físico o “color sexual”. Repito: todo vale. Por primera vez me he sentido libre de experimentar e introducirme más allá de lo sexualmente convencional, porque el resto de personas y yo, que asistimos al evento también éramos protagonistas del show. Yo misma elegí qué tocar, qué experimentar, qué ver, y qué disfrutar con total libertad y respeto.

Próximamente los videos… 😀