Definitivamente es imposible negarse. Hay que tener la líbido bajo tierra y más fría que un iceberg para decirle que no a una rubia de tetas gordas y naturales como Dayna Vendetta. Se puede estar cansado y agotado después de un día de trabajo pero seguro que cualquiera de vosotros sacaría fuerzas y ganas de sexo al instante.
En este caso no hay excusas. El gasto energético es mínimo o casi nulo porque aquí todo el trabajo lo hace Dayna, ella te la pone dura, te la masajea, te pajea, te hace la mamada de tu vida y coloca tu polla entre sus tetas para que sientas un calorcillo casi maternal, eso si, la leche creo que la tienes que poner tu, ¿o también quieres que la ponga ella?