Angie White se encuentra viviendo en una comunidad de vecinos hippies que resultan ser unos viciosos del sexo. En una de esas visitas que se hacen entra vecinos Angie ve a su vecino Potro desnudo y con su gran rabo, poco a poco se va contagiando del aroma y el ambiente sexual que rodea a la comunidad, así que decide ni corta ni perezosa ponerse a follar allí en mitad del piso del vecino y por las escaleras, el portal… el rellano… en fin todo un espectáculo para el ojo.