Hoy Galilea iba paseando por mitad de uno de los magníficos parques de Barcelona y Juan-Z la cogió de la mano para que le mamase el nabo. Juan-Z dijo: Sácame la polla, Chúpamela aquí mismo y ella agarrada a su cintura se la chupó a la sombra de los pinos. Cuando estaba en pleno acto mamatorio, un visitante del parque interrumpió de repente y nuestra amiga colombiana Galilea dejó de mamársela a Juan-Z y este se guardo la polla y le dijo: Vamos a follar a la sombra de los pinos.