La navidad está a la vuelta de la esquina y esta va a ser la navidad más rara que tengamos y la recordaremos mucho tiempo. La navidad es una época de lo más feliz para mucha gente pero al mismo tiempo puede ser de las peores para otras tantas personas. Aunque dado que este año la cosa está tan chunga con el tema del COVID19 pues es probable que mucha gente la pase a solas dado que no se podrán hacer las reuniones familiares que tan típicas son en estos días.
Pero para las personas a las que no nos gusta la navidad como yo esto del COVID nos viene como anillo al dedo. Podemos pasar todo el tiempo tranquilos y follando. Y como no sabemos si podremos salir o no en navidad lo mejor es para quedarse follando con mis putas Málaga para poder desconectar y relajarme un poco.
Si os soy sincero, eso de las comidas familiares y toda la parafernalia que se monta por Navidad es todo una patraña y mentira. Es una mentira pero de las gordas. Todo el mundo fingiendo y todo el mundo feliz. Cuando se podía ir al puticlub sin limitaciones me he encontrado en el puticlub con más hombres casados que con solteros. Y todos sin excepción están hasta la misma polla de tanta hipocresía y felicidad.
Para los que somos puteros, y nos ha gustado ir al puticlub o follar con putas, los que lo hacemos somos sinceros con nosotros mismos. Sabemos que vamos a follar, que pagamos para eso y ya está. No vamos por la vida fingiendo que todo es precioso y bonito, cuando la realidad es otra bien diferente. Por estos motivos, yo cada año por estas fechas, solía irme de putas, pero este año las putas marbella serán mi auto-regalo por las fiestas. Un buen regalo con el que no hago daño a nadie, con el que me lo paso bien y sobre todo mantengo las distancias de seguridad con mi familia que ha día de hoy es bastante importante.