Una chica que está cansada del trabajo y del estrés que se genera a diario, llega a un spa con la misión de relajarse y pasarla bien, pero al parecer sus expectativas fueron superadas, ya que le fascina el chico que la atiende y lo seduce y convence para que se la folle, así que su masaje se convierte en una sesión de sexo con un 69 incluido, en el que la tía gime de placer con cada lamida de coño que le dan.