¿Quién quiere una ancas de rubia? Yo desde luego no, que estoy en plena operación bikini y no puedo permitirme esos excesos. Sin embargo, en el hipotético caso de que quisiera comerme alguna parte del cuerpo de esta agradable muchacha, quizá en otoño, sería fácil elegir gracias a este vestido diseñado para separar claramente las partes del cuerpo en deliciosos alimentos animales.