La entrevista con una webcamer nos ha destapado todo lo que imaginábamos sobre las webcams porno.
Estás aburrido, no tienes mucho por hacer y, para pasar el tiempo, entras en los sitios de internet de sexo para solitarios. Uno de los más populares es “olecams”. Ahí puedes mirar parejas haciendo sexo por cam, interactuar con ellos y ellas, quitarte las ganas de sexo sin siquiera gastar un solo euro. Si estás dispuesto, el sistema te pide que premies con propinas a las y los modelos, incluso si estás dispuesto, puedes tener una sesión “privada”, en la que su atención está puesta solo en ti… Luego te pones a pensar que, si ellos lo hacen, ¿por qué tú no? A fin de cuentas, tu físico está a la altura y hasta mejor que el de la pantalla y, con suerte, haces algún dinero extra mientras te entretienes.
Bueno, en caso de que se te haya pasado por la cabeza el convertirte en un modelo videochat adulto camara web, o si simplemente sientes curiosidad por saber más de ese mundo, decidimos investigar cómo funciona y qué hay detrás de esos profesionales. Lo primero que descubrimos es que Colombia es uno de los países latinoamericanos en los que radican más chicas y chicos que se dedican a esto. Entre ellos está A&B, que probablemente se llama Roberto o Gerardo, pero eso es irrelevante. “Qué importa el nombre, igual, mañana puedo ser alguien diferente si una clienta o un cliente lo pide”. Concedido. Allan ha estado en eso desde hace 10 meses. “Hago varias cosas y, en el tiempo que queda, soy modelo webcam. Calificar para de dar este servicio es sencillo. Hay una manera de solicitar ser modelo a la que se accede muy fácilmente en la propia página. Debes certificar que eres mayor de edad y que no estás ejerciendo esto bajo coacción y esas cosas. Nada complicado”, nos revela.
¿Resulta rentable ser Webcamer?
“Lo que gano es variable. Hay días muy buenos y otros de puros mirones que no te colocan ni un ‘token’ (la moneda a la que se convierte el efectivo de la clientela)”, dice. “También hay horarios más o menos rentables que dependen de las personas que se conectan al sitio desde cualquier parte del mundo. Aunque no lo parezca, los horarios laborables del día son muy buenos. Hay muchas personas casadas que a esa hora pueden interactuar con nosotros sin que sus parejas se enteren. Igualmente las personas mayores, ya jubiladas, o quienes no tienen un empleo en horario regular están disponibles”.
A&B dice que no hay un perfil típico en sus seguidores, aunque en su caso, la mayoría son hombres gay o bisexuales, y mujeres entre 20 y 25 años. “También tengo algunos seguidores de más o menos mi edad, 23 años, que se ponen a chatear sobre temas de qué y cómo hacerlo con una chica, y es como conversar con un amigo en el sauna o el vestidor”.
En cuanto a la geografía. “La mayoría están en Estados Unidos, principalmente en Miami y Nueva York. Pero también me siguen de España, Gran Bretaña, México, India, Canadá y Alemania”.
Mucha gente piensa que este empleo solo requiere de un físico atractivo, un pene gigantesco y mucho tiempo en el gimnasio. “Para nada. Todo depende de a quién estés dirigiéndote. Tengo amigos que hacen esto y son de todos los tipos físicos, razas y edades. Los gustos y fetiches de la clientela son muy variados. Hay que analizar los chats y observar, ser creativo sin prejuicios, descubrir que el erotismo no tiene fronteras, planificar tu tiempo y no agotarte, ser comunicativo y lo más abierto que puedas, estar listo para escuchar a tus clientes, ser complaciente, prepararte para ser capaz de comunicarte en más de un idioma y estar muy seguro de ti mismo. Tampoco debes temerle a ser discriminado. No es que pregones que eres modelo erótico webcam, pero tampoco andes escondido. En estos tiempos, para casi nadie es un problema aceptar que haces esto”.
Sobre las cosas que más le piden, comenta que “el JOI es muy común”. ¿Qué es eso? “Jajaja… Significa jerk off instructions, o sea, instrucciones para masturbarse que le das a la o el cliente y eso les excita mucho. También me piden hacer striptease, mostrar mis músculos desnudo —algo que suelen pedir más las mujeres—, excitarme y masturbarme, hablar sucio y muchas otras cosas que no voy a contar”, dice A&B.
Sobre su sexualidad real, fuera del sitio, admite que “como Arnaldo, mi nombre real aunque me reservo el apellido, soy cubano nacionalizado estadounidense, y me muevo entre Medellín y Miami. Trabajo como entrenador en un gimnasio y, también, hago labores de construcción. Soy heterosexual, pero sin prejuicios de ningún tipo. Tengo una compañera y soy padre”, admite. “Como A&B, soy una especie de actor desde un ordenador, un teléfono o una tablet, a quien no le preocupa complacer las fantasías de tus clientes, cualquiera que sea su preferencia sexual o su género. Habrá mucha gente que no lo entienda y que me señale por eso, pero, te lo aseguro, muchos y muchas que me critican van a estar esta tarde del otro lado de la pantalla, pidiéndome cosas que ni te imaginas, mientras puedan seguir camuflados en el anonimato”.