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Me follo al policía que me ha multado

Me follo al policía que me ha multado sexo contra la puerta

Me follo al policía que me ha multado. Si así como lo leéis. Me he follado al policía que me ha multado hoy. Como ha pasado… es algo que os quiero contar, pero no estaba en mis planes follarme a un policía.

Hoy he ido a una reunión de trabajo. Para que os hagáis una idea de como era la situación os describo como iba vestida de abajo hacia arriba. Tacón negro, medias negras engarzadas con liguero negro y corsé negro, todo encaje. Cubierto por un vestido color vino ajustado y entallado a mi 95 de pecho y mi culo respingón y duro.

La reunión era como mi jefe, con el que me acosté por cierto. De ahí que fuese tan puta debajo de ese vestido color vino. Por si pasaba de nuevo ir mas que preparada. El caso es que en mi cabeza llevaba la idea de incomodarlo y hacer juegos de pies y mordidas de labios…

Pero todo esto se me ha truncado en la mañana. Cuando he salido del parking con mi coche, un policía me ha dado el alto. Me ha multado por no ponerme el cinturón. Tampoco me había dado tiempo a ponérmelo, estaba saliendo del parking y con las prisas…

En fin que me ha hecho bajarme del coche y he notado que no se ha resistido a mirar mi modelito… En cuanto he visto la multa he empezado el juego para mi. Me he insinuado de manera bestial. Y no, el policía no era el típico cabreado y fofo. El policía tenía un gran punto. O quizás sea yo que los uniformes me pueden… pero verle marcado el paquete y los pectorales a través del uniforme, me ha puesto cachonda. Lo he mirado fijamente y le he dicho que entiendo perfectamente el motivo de la multa. Pero que si podríamos hacer la vista gorda por un día. Todo esto poniendo la cara de más guarra que se poner. Pasándome la lengua por los labios.

Le he explicado que iba directa a trabajar y me ha dicho que podría rebajarme la multa si se la pagaba en el acto. Y zas me ha venido a la cabeza. Le he dicho que sin problema alguno, que tengo dinero justo arriba, en casa. Que si querría acompañarme a cobrarse la multa. Él sonrie y se acomoda los pantalones, se ha puesto duro. Lo sé le aprieta la entrepierna. Subimos arriba, y le hago pasar. Una vez que cierro la puerta no tiene escapatoria. Hago como que me tropiezo con los tacones y me choco accidentalmente con él.

Ha funcionado, me he rozado y se ha puesto nervioso. Aprovechando que estoy cerca de su boca le susurro mirándolo a la boca, cuanto dinero le debo. El me dice que la multa es algo, pero yo ni caso. Estoy muy ocupada agarrándome a él. Como hombre de honor que es, me sujeta y me ayuda a recolocarme, no sin antes pasar la mano por mi cintura y arrimarme a él.

Y ya directamente ahí me besa de manera muy apasionada y me lleva hasta la misma puerta. Me empuja contra la misma puerta y ahí ya nos hemos desatado. Le he desabrochado la camisa y he bajado con impaciencia hasta la evilla del cinturón. Bajo la cremallera… y ahí está una enorme polla esperando a empotrarme.

Él por su parte me ha quitado en un abrir y cerrar de ojos el vestido y se dispone a metermela sin más. Me aparta el tanga a un lado y allí contra la puerta me levanta una pierna y me empotra una y otra vez. Siento cada una de las embestidas que me da y son verdaderamente deliciosas. Puedo sentir como le palpita la polla dentro de mí y es de lo más placentero que he tenido en mucho tiempo. Sus embestidas son fuertes y controladas. Los dos ardemos en deseo pero ambos tenemos prisa y lo sabemos. Así que en cuatro embestidas más hace que ambos lleguemos al climax. No hablamos, tan solo nos vestimos de nuevo. Y me deja allí la multa y se va.

Cuando voy a coger la multa ve que no hay cantidad de dinero, sino su teléfono y una frase que dice «Quiero más, llámame». Y así me quedo con una gran cara de felicidad tremenda, y me dispongo a irme corriendo al trabajo. Quizás con suerte consiga mi segundo polvo del día.

Mi día ha empezado de la mejor manera que se podía empezar. Follando. ¿y el tuyo?